"REPENSAR EL TURISMO… TAMBIÉN EN EL RURAL". DÍA MUNDIAL DEL TURISMO

27 Septiembre 2022

"REPENSAR EL TURISMO… TAMBIÉN EN EL RURAL". DÍA MUNDIAL DEL TURISMO

Reflexiones de Francisco Xabier Almuiña Chorén, Presidente de la FEDERACIÓN GALEGA DE TURISMO RURAL, sobre el Turismo y todo lo que lo vincula.

 

Buena vida.

La Organización Mundial del Turismo, en el Día Mundial del Turismo nos convida a seguir mirando hacia el futuro.

Si bien el inicio de la recuperación se está retrasando, y el reconocimiento político y público al sector debiera ser mayor, en el Día Mundial del Turismo 2022, FEGATUR quiere sumarse con ilusión a la invitación de la O.M.T. de promover la oportunidad de repensar como hacemos turismo.

Esto debe comenzar por poner a las personas y al planeta en primer lugar y por convidar a que todas las partes interesadas, desde administraciones y empresas hasta comunidades locales, trabajemos alrededor de una visión compartida de un sector más sostenible, inclusivo y resiliente, que sirva para impulsar la recuperación, sembrar esperanza y oportunidades en la gente.

El turismo rural somos pequeñas iniciativas de base, en lugares pequeños, con las que gente pequeña venimos apostando, invirtiendo y contribuyendo a mantener fértiles muchos rincones de nuestra Tierra.

En un momento de transformación como el que estamos viviendo, el  turismo rural debiera ser reconocido como uno de los pilares que contribuyen al desarrollo y progreso de nuestro campo, incluso, cando los destinos y las empresas estamos adaptándonos de forma proactiva para afrontar los retos y responsabilidades que se nos están planteando.

¿Hacia donde va el turismo rural?, ¿hacia donde queremos ir?, y ¿cómo vamos llegar?

Este repensar nos está convocando a todas las partes interesadas, a todos los ellos de la extensa cadena de valor del turismo rural, desde las personas propietarias, los equipos directivos de las asociaciones, hasta a las representantes comunitarias, políticas e institucionales. Y lo hace poniendo al turismo como uno de los elementos clave de la recuperación.

Repensar el turismo rural también debe servir para inspirar el debate que contribuya a su desarrollo -también a través de la educación y el empleo-, y a ser conscientes del impacto del turismo en la tierra y de las oportunidades de crecimiento sostenible que se nos ofrecen.

Con seguridad que de las lecciones aprendidas y de las anotaciones tomadas en la vida, sacaremos provecho suficiente para el cambio que se precisa.

Muchos son los retos que afrontar sin demora y las rutas para seguir contribuyendo al desarrollo sostenible de nuestra Tierra; sirvan de ejemplo los que a continuación van:

-Bajar la velocidad con la que transitamos por la vida para vivir, para vivirla y gozarla.

-Fomentar la autoestima y la  dignidad de las personas que viven en el campo.

-Buscar fórmulas atrayentes para la gente joven que permita alcanzar el relevo generacional.

-Apostar con decisión por el uso de energías renovables y no contaminantes.

-Apostar decididamente por la mejora en las infraestructuras de comunicación que permitan canales fluidos entre las personas.

-Seguir en la búsqueda de alianzas y acuerdos, personales, comunitarios y sociales.

-Dejarse ayudar y compartir lo mejor de cada uno, aprovechando los nuevos recursos y tecnologías para comunicación y el trabajo en equipo.

-Reforzar espacios de formación y asesoramiento.

Es preciso escoger bien los retos y las rutas por las que afrontarlos.

Tanto el colapso ambiental que sobrevuela sobre toda la humanidad como las amenazas para la salud que podamos padecer, son realidades que debemos afrontar juntas y sin demora.

Conscientes de que la época que nos toca vivir tiene riesgos de deriva y que para huir de permanecer de nuevo a merced de los elementos, precisamos reanudar la confianza, juntar las fuerzas que nos quedan y revitalizar aquellos proyectos que sean viables. También es necesario buscar colaboraciones y alianzas que sean fortalecedoras.

Cierto que vivimos tiempos de incerteza y desasosiego, pero también de esperanza, de solidaridad, de creatividad  y de nuevas oportunidades.

Todo lo que de bueno venga de atrás, junto con la experiencia traumática derivada de la pandemia, nos está ayudando a mejorar en diferentes campos de nuestras vidas, también a implantar nuevas metodologías y estilos de vida.

Nuestra Tierra está proclamando desde el comienzo de la historia que es un espacio privilegiado que se ofrece para dar lo mejor de sí, en frutos, en aire sano, en calma, en paz, en silencio, espacios privilegiados para desconectar, para reflexionar y meditar.

Es el gran campo en el que podemos celebrar el don de la vida, de la naturaleza, de la humana y divina dimensión de las personas. Se nos está ofreciendo una oportunidad única, que tenemos la obligación de aprovechar.

Es el momento de reorientar…

Es, pues, ineludible, inaplazable repensar, reorientar nuestros proyectos vitales, los negocios, las estrategias. Tenemos que reducir los frenéticos ritmos de vida y de trabajo. La pertinaz realidad y la naturaleza están gritándonos que es preciso parar y respirar, repensar y darse cuenta de que hay otras formas más sencillas y calmadas de bienvivir.

-Es el momento de las personas, y de la naturaleza, de recuperar harmonías, respetos, derechos, pero también obligaciones.

-Se hace necesario que de una vez por todas se valore con justicia el trabajo y dedicación que las personas labriegas, ganaderas y marineras están desarrollando a diario.

-Es preciso animar y apoyar a las pequeñas producciones para que sigan cultivando, criando razas autóctonas. Es preciso confiar en las personas transmisoras de la memoria de los saberes, sabores y sentires de la tierra que bien desde sus casas, bien desde espacios colaborativos, estén ofreciendo elaboraciones y conservas artesanales, con recetas tradicionales o  innovadoras.

Todas ellas son imprescindibles para nuestra supervivencia.

-Es también tiempo de ser testimonio delante de las nuevas generaciones, y de acompañarlas en su descubrimiento del futuro.

-Llegó la hora de, aprendiendo de otros lugares, optar por favorecer paseos verdes, de tierra, que permitan a las personas el contacto saludable con la naturaleza, oxigenarse, acercarse andando hasta lugares emblemáticos que además ofrezcan a cada paso experiencias sensoriales (con los árboles, plantas, sonidos del silencio, del agua, del viento y de la lluvia, de los pájaros y animales; vistas calmadas, texturas, etc.). Son muchas las personas que pueden encontrar sustento acompañando, mostrando y compartiendo saberes, sabores y sentires que cada vez más personas procuran cuando viajan. Gente del común que desde sus puestos de trabajo o con la significativa presencia en determinados lugares pueden ofrecer información relevante a los visitantes de una manera espontánea y natural.

-Retomar y fomentar la vuelta de las embarcaciones tradicionales y su uso para el ocio.

-Apostar decididamente por el uso de energías renovables.

Una nueva ruta después de la reorientación.

A estas alturas, tenemos asumido que estamos obligados a cargar -confío que de una forma justa y proporcional-, con el altísimo coste de esta catástrofe. Es injusto, una vez más, pedirnos al común de las personas contribuyentes, a las autónomas y a las pequeñas empresas más y significativos sacrificios.

Es preciso apostar porque las ayudas vayan destinadas a reponer el desastre económico que, por muy largo tiempo, estamos padeciendo personas, autónomas y pequeñas empresas que vivimos, invertimos y contribuimos a sostener viva nuestra Tierra.

Reclamo que se continúe con la colaboración de las administraciones, apoyando, tal y como se ha hecho en otras promociones, suplementando las cantidades abonadas por las personas usuarias. Sería bien interesante lanzar campañas que favoreciesen colectivos como las personas mayores, las personas cuidadoras o cuantas se estén viendo implicadas de una forma especial en la lucha.

Así mismo proponer la creación de un Panel de pequeñas propuestas y proyectos. El propósito es contribuir a que la personas que nos visiten dispongan de un amplio abanico de ofertas que les permitan sumergirse en experiencias que las mejoren en su salud física, mental y espiritual; a la vez que nos permita ir cambiando hacia un modelo de turismo consciente, sostenible, que contribuya a dar futuro a toda la comunidad.

Se bien a estas alturas desconocemos fechas, tiempos y ritmos de recuperación, me reafirmo en el convencimiento de que tiene sentido continuar ofreciendo experiencias y sabrosuras que a modo de tapas vayan calmando hambres y ansiedades.

Para ir terminando...

El reconocimiento, aliento y respeto a cuantas personas están trabajando por cuidarnos y por ir recomponiendo personas, empresas y naturaleza.

También para las que con su esfuerzo y sacrificio cumplen con la misión de gestionar y coordinar. Agradezco la escucha, la disponibilidad para compartir y aligerar las cargas que llevamos y el aliento y ánimo que tanta gente nos está transmitiendo.

La Federación Galega de Turismo Rural es la plataforma de diálogo inclusiva que procura identificar soluciones para aprovechar el potencial del turismo como vehículo de recuperación y cambio del rural. Así mismo intenta amplificar el mensaje del turismo como fuerza inspiradora y transformadora, procurando la implicación del sector en su realización y consolidación.

También intenta movilizar la voluntad política y la cooperación para garantizar que el turismo rural esté en el corazón de la elaboración de políticas para la Galicia rural, suscitando cuestiones para debatir y promover soluciones que sirvan para reencaminar el futuro del turismo rural gallego.

Paz y bien.

Francisco Xabier Almuíña Chorén.

Presidente de FEGATUR (Federación Galega de Turismo Rural).