La invasión musulmana, de la que sobrevivieron los reinos de Galicia, Asturias y León (en ocasiones unidos en uno solo y en otras separados, según los vaivenes de la Historia) y el descubrimiento de la tumba del Apóstol, apenas un siglo después, supusieron una auténtica explosión en la construcción de monasterios en Galicia, que pasaba de ser un reino olvidado en el confín del mundo conocido a ser uno de los centros de peregrinación más importantes de la cristiandad. A lo largo de los diferentes caminos de peregrinación a Santiago surgieron numerosos monasterios, con la finalidad de dar cobijo y protección a los peregrinos. La propia ciudad de Santiago vivió esta efervescencia con la fundación de distintos monasterios y conventos, entre los que destaca el que sin duda fue el más poderoso de todos ellos: San Martiño Pinario, que aún hoy es el edificio histórico más grande de la ciudad compostelana y uno de los monasterios más grandes de España. Su deslumbrante iglesia es una de las visitas obligadas en la ciudad de Santiago.
Los monasterios en Galicia no sólo eran lugares religiosos, sino también centros de poder económico y político. Dominaban gran cantidad de tierras a su alrededor, de las que percibían tributos de los campesinos que las trabajaban. El poder de un monasterio era directamente proporcional al tamaño y decoración de su iglesia y sus claustros.
Aunque muchos monasterios en Galicia se sitúan en el centro de poblaciones (Monforte de Lemos, Celanova o la propia Santiago de Compostela son buenos ejemplos de ello) el viajero que se decante por el turismo rural y de naturaleza encontrará muchos de ellos en lugares insospechados, incluso muy cerca del mar. Los monjes no tenían un pelo de tontos y elegían para ubicarlos lugares privilegiados de extraordinaria belleza.
Las desamortizaciones de finales del siglo XIX, en las que la mayor parte de las tierras que estaban en “manos muertas” (la Iglesia y los montes comunales, principalmente) fueron expropiadas y vendidas, dejó a la mayoría de los monasterios de Galicia sin sustento económico, por lo que gran parte de ellos fueron abandonados. Hoy muchos han sido total o parcialmente restaurados y pueden ser visitados, aunque de algunos sólo queda su iglesia, habiéndose perdido para siempre el resto de edificios.
Os presentamos una selección de monasterios ubicados en zonas rurales y de imprescindible visita si estáis en las proximidades:
Monasterios rurales en Galicia que siguen habitados por comunidades de monjes:
San Julián de Samos. Orígenes documentados en el siglo VII y situado en pleno Camino de Santiago. Situado en la localidad lucense del mismo nombre, los propios monjes benedictinos que lo habitan ejercen de guías. Cuenta con albergue para peregrinos y hospedería y una riqueza arquitectónica e histórica singular.
Santa María la Real de Oseira. Conocido como el “Escorial gallego” por sus grandes dimensiones. Enclavado en una zona rural en el municipio ourensano de San Cristovo de Cea, es una de las grandes joyas arquitectónicas de Galicia, destacando su espectacular iglesia medieval y la antigua Sala Capitular. También son los propios monjes quienes realizan las visitas guiadas. Dispone de hospedería y está enclavado en la Vía de la Plata, otro de los Caminos de Santiago. Es uno de los grandes monasterios de Galicia que debes visitar.
Santa María de Sobrado. Con orígenes documentados en el siglo X, también se encuentra en el Camino de Santiago, concretamente en el Camino del Norte, en el municipio de Sobrado dos Monxes. Se puede visitar sin guía o con visitas guiadas en fechas determinadas. Destacan sus antiguas cocinas, sus claustros y la iglesia. Dispone de albergue de peregrinos y hospedería,
San Salvador de Ferreira. Ubicado en la localidad de Ferreira de Pantón, es el único de la Ribeira Sacra que mantiene vida monástica, concretamente de una comunidad de monjas. Su iglesia románica del siglo XII es una de las más interesantes de toda la Ribeira Sacra.
Santa María de Armenteira. Situado entre viñedos en la localidad de Meis, en el corazón de las Rías Baixas, sigue habitado hoy en día por una comunidad de monjas cistercienses. Con origen en el siglo XII, cuenta con una iglesia con elementos de estilo mudéjar únicos en Galicia y un claustro del siglo XVI.
San Xoán de Poio. Este monasterio, cuyos orígenes se remontan al siglo VII, está situado en un promontorio junto a la ría de Pontevedra, en la localidad de Poio. Posee un hermoso claustro del siglo XVI junto con una gran iglesia renacentista. Su biblioteca cuenta con más de 100.000 volúmenes. En sus jardines se encuentra un hórreo de casi 30 metros de longitud, testimonio de la riqueza del monasterio.
Monasterios rurales en Galicia que han sido rehabilitados total o parcialmente:
Santo Estevo de Ribas de Sil. Convertido en la actualidad en Parador de Turismo, sus orígenes documentados se remontan al siglo X, aunque la tradición le atribuye su fundación a San Martín Dumiense en el siglo VI. Su enclave privilegiado junto al cañón del río Sil es uno de los hitos de la Ribeira Sacra que no te puedes perder.
Santa Cristina de Ribas de Sil. Originario del siglo X, conserva una preciosa iglesia románica del siglo XII y parte del claustro y las dependencias monacales, parcialmente rehabilitadas. Se halla en medio de un enclave natural de singular belleza, donde destaca el castaño, cuyo cultivo fue explotado por los propios monjes.
San Pedro de Rocas.Eremitorio del siglo VI, se le considera el más antiguo de Galicia. Situado en la localidad ourensana de Esgos, en la Ribeira Sacra, su pequeña iglesia excavada en la roca es una joya única del arte prerrománico. El suelo está cubierto de esculturas antropomorfas. Si lo visitas, no pierdas la oportunidad de tomar el sendero que baja hasta la Fuente de San Bieito, también excavada en la roca y frecuentemente habitada por tritones. Te encontrarás en un bosque tan espeso que ni en los días de verano el sol consigue penetrar en su interior.
San Juan de Caaveiro. Sus orígenes se remontan al siglo X. Es una joya dentro de otra joya, ya que se encuentra en el corazón del Parque Natural de las Fragas do Eume, uno de los bosques atlánticos mejor preservados de Europa. Situado en la cima de un monte, ha sido objeto de una profunda rehabilitación tras décadas de abandono y ruina. La zona del antiguo molino del monasterio es, posiblemente, el bosque más fotografiado de Galicia.
San Salvador de Vilar de Donas. En el municipio de Palas de Rei, en pleno Camino de Santiago, encontramos uno de los monasterios en Galicia más interesantes. Los orígenes de Vilar de Donas se remontan al siglo XII. Fundado originalmente para albergar a monjas (de ahí su nombre), en poco tiempo pasó a ser ocupado por la Orden de Santiago. Aunque del antiguo monasterio se conserva sólo parte del claustro, la iglesia con elementos románicos y góticos es de las más renombradas de Galicia.
Santa María de Monfero. También situado en el Parque Natural de las Fragas do Eume, es uno de los monasterios en Galicia que precisan de una restauración urgente. Fundado en el siglo XII, su iglesia sigue en uso como parroquia, pero las dependencias del monasterio con sus tres claustros siguen pendientes de un proyecto de restauración aprobado hace algunos años pero que no se ha ejecutado aún.
San Clodio do Ribeiro. Nos encontramos con el caso contrario. San Clodio, un monasterio situado en la localidad ourensana de Leiro, ha sido restaurado completamente y convertido en establecimiento hotelero. No obstante, sus magníficos claustros y su iglesia con elementos góticos son visitables. Sus orígenes no están claros y podrían remontarse al siglo VI, aunque las partes más antiguas del edificio actual datan del siglo XII. Sus monjes introdujeron en esta zona el cultivo de la vid que ha dado origen a uno de los vinos más famosos de Galicia: el vino de la D.O. Ribeiro.
Santa María de Oia. Un monasterio del siglo XII situado a pie de playa, mirando al Atlántico. Se encuentra en la localidad del mismo nombre y, aunque las antiguas dependencias monásticas son hoy propiedad privada, su iglesia está abierta al público y merece la pena visitarla.
San Lorenzo de Carboeiro. Otra joya escondida en medio de la naturaleza. Enclavado en un promontorio rocoso rodeado por el río Deza, en medio de un frondoso bosque, surge la iglesia del monasterio de Carboeiro, fundado en el siglo X. Su iglesia, de transición entre el románico y el gótico, ha sido restaurada y luce de nuevo con todo su esplendor, junto con lo poco que queda de las dependencias de los monjes.
Por supuesto, hay muchos otros monasterios en Galicia. Más de una decena sólo en Santiago de Compostela, además de los existentes en las distintas ciudades. Muchas de las iglesias románicas que se encuentran en zonas rurales fueron en su día iglesias de monasterios, de los que sólo se conservan vestigios. En cualquiera de los alojamientos de turismo rural de nuestra web te informarán de los más próximos. Te invitamos a descubrirlos, es un viaje al pasado que realmente merece la pena.
Escrito por: Galicia Turismo Rural
GALICIA TURISMO RURAL es una plataforma de reserva online dirigida a todos aquellos viajeros y viajeras que tengan interés en conocer los atractivos turísticos de los distintos geodestinos de Galicia, alojándose en establecimientos de turismo rural con encanto e integrados en el paisaje natural que los rodea.
En esta plataforma cada vez participan más establecimientos de la red existente, de forma que se puede considerar el principal recurso de contratación de turismo rural de Galicia. Fegatur (Federación Gallega de Turismo Rural) promueve esta iniciativa en colaboración con la Agencia de Turismo de Galicia (Xunta de Galicia).