De árboles, casas y abrazos. Capítulo I – En la Ribeira Sacra

29 Enero 2022

En este mundo globalizado en el que más del 90% de las personas ya vive en espacios urbanos, tecnológicos e industriales, muchos de ellos conciben la naturaleza como lugares, parques o jardines únicamente para el ocio. Incluso los árboles son considerados únicamente como elementos ornamentales o meros generadores de oxígeno. Afortunadamente, día a día, más y más personas están restableciendo y desarrollando una conciencia ecológica. La necesidad de buscar, de reencontrarse con espacios naturales que oxigenen cuerpo, mente y espíritu, se hace cada vez más evidente.

 

 

Vivir, o al menos caminar y disfrutar de un tiempo regular en espacios arbolados, contribuye significativamente a la salud y la longevidad. Tan solo tenemos que observar a las personas que viven en territorios con mayor densidad de árboles.

En Galicia tenemos millones de árboles. Para abrazar alguno de ellos en la mayoría de los casos se requieren al menos dos personas.

 

Es la hora de Galicia, es la hora de que vengas al turismo rural.

 

Si repasas en tu cabeza seguro que guardas vivencias e imágenes de paseos por abedules, prados, arboledas, robledales o pinares, prados y bosques, bosques de ribera, olivares, cerezos o huertas.

Si piensas en los árboles, además de recordar su uso maderero y energético, artesanal y para la construcción, harás bien en sumar los bienes que nos dan los árboles frutales.

 

¿Sabías que Galicia es el mayor reservorio del mundo con más de 50 variedades de castaños, cada uno adaptado a diferentes condiciones climáticas, orientación, suelo, producción y uso? ¿Y los manzanos, de los que tenemos variedades casi únicas y que son difíciles de cultivar y recolectar en otras partes de Europa?

 

Nueces, piñones, cerezas, higos y bayas, hierbas, peras, ciruelas y melocotones, pavías, naranjas y limones… Como ves, los árboles frutales son otro fantástico patrimonio biológico y frutícola que atesora aromas, sabores y texturas del que increíblemente nos privamos de su disfrute económico, saludable y sabroso.

 

La imprescindible vitalidad de los árboles es la que nos permite respirar como seres vivos. Desde que nos conciben hasta el último adiós, siempre están a nuestro lado.

 

Su madera se hace cuna, cama, silla, mesa, plato, cuchara y cuenco. Ferrado y quenlla, arca para guardar el pan y artesa donde amasarlo. Cesta y tina, escalera y mazo, mango, bastón y vara. Puerta, ventana y portal. Arado, carro y cesta, batuxo, barca y dorna, travesaño y viga. Resuenan en zanfonas y gaitas, tocando panderetas, peitoques y tarrañolas. Para acercarnos a lo divino esculpimos su núcleo y lo transformamos en imágenes y altares alrededor de los cuales presentamos ofrendas y sacrificios y celebramos la vida y la muerte. Incluso entre ella nos acostarán y nos llevarán cuando llegue el momento final de regresar a la tierra.

 

Sabes muy bien que los árboles también son un lugar de juego y de sigilosas cosechas. Sombra para el amor y el descanso, refugio de duendes y tesoros.

Porque si hay algo donde crecen, ¡es mucha magia!

 

Si eres un viajero que busca descubrir y recorrer rutas bajo el cobijo de los árboles recorriendo lugares de leyenda y bosques encantados, seguro que te atraen algunas de las sugerencias que siguen. 

 

Además de despertarte con los brazos abiertos en sus alojamientos de turismo rural, desde ellos promueven espacios de bienestar para estar bien, rutas y paseos de relax y reencuentros en la naturaleza. Así, además de los múltiples beneficios para la persona, contribuyen a la estima y cuidado de los espacios donde crecen amados y fantásticos árboles.

 

En el municipio de Montederramo es fácil acercarse al Caserío da Castiñeira, donde Manuel Rolán, promueve una gran variedad de rutas para descubrir los bosques y las ribeiras del Sil.

 

En Parada do Sil en la Reitoral de Chandrexa con Xurxo López podrás acercarte al majestuoso castaño milenario de Entrambosríos o vivir la experiencia de un baño de bosque. Y por tierras de Taboada, déjate llevar por el paseo das ben amadas con Francisco de Casa do Romualdo en Vilela.

 

Si te alojas en casas de turismo rural de la Ribeira Sacra o A Ulloa, tienes nuevas propuestas de actividades como las que ofrece Anxo Moure, cuentacuentos, educador para la paz, la vida y la naturaleza. Con el, niñas y niños, jóvenes y mayores, hacen realidad el sueño de disfrutar de experiencias únicas que hoy parecen difíciles de vivir y revivir.

 

¿Te gustaría subirte a una casa en un árbol?, ¿navegar por el Miño a bordo de una barca de paso en Belesar?, ¿quieres disfrutar de la magia del 7º arte en el Cinema Palleiriso después de visitar el pequeño bosque que plantó allí hace años y en el que crecen 32 especies autóctonas?; ¿O prefieres perderte en familia o con amigos en el bosque de Carballolandia en la aldea de Garabelos en Chantada?

 

Parece que va siendo hora de que planifiques tu próxima estancia en establecimientos de turismo rural de Galicia.

 

Seguro que entiendes que a las personas que tenemos la suerte de recibiros en establecimientos de turismo rural de Galicia, solo se nos ocurre ofreceros con emoción una pequeña sinfonía de abrazos. Solo para recordaros que os esperamos con los brazos abiertos.