Las olas del Atlántico baten con tal fuerza sobre las imponentes paredes pétreas que han ideo dejando al descubierto, con el paso de los siglos, algunas de las rocas más antiguas de la Tierra, como las anfibolitas de Cabo Ortegal, situadas justo al lado del faro y que recientes estudios han confirmado que tienen 1.156 millones de años de antigüedad. Un impresionante vestigio de cuando el mundo era joven y lo que hoy es Galicia estaba sumergida bajo el mar.